En el corazón de Uvita, donde las montañas se encuentran con el mar, y los susurros de la jungla se fusionan con la serenata del Pacífico, hay un lugar conocido como Nube Nueve. Situada en lo alto de la icónica playa Cola de Ballena, esta casa es más que una simple residencia; es un testimonio de la belleza de Costa Rica, donde cada amanecer, cada atardecer y cada momento intermedio pinta una historia en el lienzo del océano.

A medida que te acercas a Nube Nueve, lo primero que notas es la sinfonía de vida que la rodea. El aire está impregnado de las canciones de aves tropicales, el aleteo de alas de tucanes vibrantes, sus picos de arcoíris capturando la luz de la mañana mientras bailan de árbol en árbol. La exuberante vegetación que envuelve la propiedad se mece suavemente, como si estuviera en ritmo con las mareas que fluyen y refluye a lo largo de la costa abajo.

Al entrar, te recibe un mundo donde el lujo se encuentra con la belleza cruda de la naturaleza. La casa cuenta con cinco dormitorios, cada uno un santuario en sí mismo, con baños en suite que combinan comodidad moderna con elegancia natural. Tres de estos dormitorios se encuentran en la planta principal, donde los espacios fluyen sin problemas de uno a otro, llevándote hacia el corazón del hogar: las áreas de estar y entretenimiento que se abren de par en par hacia el horizonte infinito.

El dormitorio principal, un lugar donde los cansados encuentran consuelo, ofrece una vista que solo podría describirse como divina. Desde la cama, puedes observar cómo los colores del océano cambian desde los suaves pasteles del amanecer hasta los profundos azules del mediodía, y finalmente a los ardientes naranjas y morados del sol poniente. Arriba, el cuarto dormitorio, con acceso privado, proporciona un mirador aún más alto que el resto, donde el océano se extiende ante ti, una manta de turquesa y zafiro, salpicada con la silueta distante de la Isla Caño.

Pero la verdadera magia de Nube Nueve no radica solo en sus vistas, sino en su conexión con la tierra que habita. Los muebles hechos a medida, las encimeras y el salpicadero de piedra en la cocina de ensueño del chef, y la isla de gran tamaño hablan del trabajo artesanal que se invirtió en la creación de este hogar. El comedor, con su mesa y sillas personalizadas, te invita a compartir comidas mientras el océano proporciona el telón de fondo perfecto, sus olas susurrando historias de tierras lejanas y aventuras aún por venir.

Sal afuera, y te encuentras con una escena sacada de un sueño. La piscina de borde infinito se fusiona con el horizonte, sus aguas aparentemente derramándose en el cielo, mientras la amplia terraza te invita a sentarte y quedarte un rato, a perderte en el ritmo de las mareas. Y justo cuando piensas que lo has visto todo, un puente de cuerda único te llama, llevándote a la suite de invitados única en su tipo. Aquí, la aventura y la tranquilidad se encuentran, ya que la suite ofrece no solo un lugar para descansar, sino un recordatorio de la belleza salvaje e indómita que es Costa Rica.

Más allá de la casa principal y la encantadora suite de invitados, un pabellón de gimnasio cubierto se encuentra en el punto más alto de la propiedad. Desde aquí, las vistas son nada menos que inspiradoras. Es un lugar donde el aire es fresco y limpio, donde cada respiración se siente como un regalo, y donde el compromiso con un estilo de vida más saludable y en sintonía se convierte en algo natural.

En Nube Nueve, la vida no solo se vive, sino que se saborea. Cada momento es una celebración de la belleza que te rodea, desde los siempre presentes tucanes hasta los tonos cambiantes del océano. Es un lugar donde los lujos de la vida moderna se encuentran con la intemporalidad de la naturaleza, donde cada día termina con un atardecer que enciende el cielo, y cada noche comienza con la suave canción de cuna de las olas abajo.

Esto es más que solo un hogar; esto es Nube Nueve, un pedazo de paraíso donde el mundo se desvanece, y la belleza de Costa Rica se convierte en tu realidad cotidiana.In the heart of Uvita, where the mountains meet the sea, and the whispers of the jungle merge with the serenade of the Pacific, there lies a place known as Cloud Nine. Perched high above the iconic Whale's Tail beach, this home is more than just a residence; it is a testament to the beauty of Costa Rica, where every dawn, every dusk, and every moment in between paints a story on the canvas of the ocean.

As you approach Cloud Nine, the first thing you notice is the symphony of life that surrounds it. The air is thick with the songs of tropical birds, the flutter of wings from vibrant toucans, their rainbow beaks catching the morning light as they dance from tree to tree. The lush greenery that envelops the property sways gently, as if in rhythm with the tides that ebb and flow along the shoreline below.

Step inside, and you’re greeted by a world where luxury meets the raw beauty of the wild. The home boasts five bedrooms, each a sanctuary unto itself, with ensuite bathrooms that blend modern comfort with natural elegance. Three of these bedrooms lie on the main floor, where the spaces flow seamlessly from one to the next, leading you toward the heart of the home: the living and entertaining areas that open wide to the endless horizon.

The master bedroom, a place where the weary find solace, offers a view that could only be described as divine. From the bed, you can watch the ocean's colors shift from the soft pastels of dawn to the deep blues of midday, and finally to the fiery oranges and purples of the setting sun. Above, the fourth bedroom, with private access, provides a perch even higher than the rest, where the ocean stretches out before you, a blanket of turquoise and sapphire, dotted with the distant silhouette of Caño Island.

But the true magic of Cloud Nine lies not just in its views, but in its connection to the land it inhabits. The custom-made furniture, the stone counters and backsplash in the chef's dream kitchen, and the oversized island all speak to the craftsmanship that went into creating this home. The dining room, with its custom table and chairs, invites you to share meals while the ocean provides the perfect backdrop, its waves whispering tales of far-off lands and adventures yet to come.

Step outside, and you’re met with a scene straight from a dream. The infinity-edge pool merges with the horizon, its waters seemingly spilling into the sky, while the expansive deck invites you to sit and stay awhile, to lose yourself in the rhythm of the tides. And just when you think you've seen it all, a unique rope bridge beckons, leading you to the one-of-a-kind guest suite. Here, adventure and tranquility meet, as the suite offers not just a place to rest, but a reminder of the wild, untamed beauty that is Costa Rica.

Beyond the main home and the charming guest suite, a covered gym pavilion sits at the highest point of the property. From here, the views are nothing short of inspirational. It’s a place where the air is crisp and clean, where every breath feels like a gift, and where the commitment to a healthier, more in-tune lifestyle becomes second nature.

At Cloud Nine, life is not just lived but savored. Every moment is a celebration of the beauty that surrounds you, from the ever-present toucans to the changing hues of the ocean. It’s a place where the luxuries of modern living meet the timelessness of nature, where each day ends with a sunset that sets the sky ablaze, and each night begins with the soft lullaby of the waves below.

This is more than just a home; this is Cloud Nine, a slice of paradise where the world falls away, and the beauty of Costa Rica becomes your everyday reality.

T.F B.Z