Ubicada en una de las calles más bonitas y tranquilas de la Colonia Americana, esta casa conserva todos los elementos originales que la hacen especial: techos altos, pisos de pasta y arcos amplios de medio punto, típicos de la arquitectura tapatía de los años 30.
Actualmente está adaptada como restaurante, pero puede volver a funcionar como casa. La mayor parte de la construcción está en planta baja: cuenta con cochera para uno o dos autos, zaguán, sala, comedor, antecomedor con salida a un patio central, estudio independiente y varias habitaciones que pueden reorganizarse como recámaras.
En planta alta hay un espacio adicional con medio baño, ideal como oficina o estudio.
Ideal para casa, restaurante u otro proyecto que busque aprovechar la ubicación y el carácter de la propiedad.